El Amor y Las Rosas
Se que no estamos para romances, pero estoy tan despechado por todo lo que esta pasando, que me puse a pensar en el amor y sus costumbres. Mas allá de las complejidades del tema, hay ciertos rituales románticos que las hacemos sin que necesariamente tengan sentido.
Recuerdo la primera vez que regalé una rosa. Cabe destacar que no soy lo que pueda considerarse un prototipo de galán de telenovela, a menos que sea una producción prehispánica, y la obra requiera de un pequeño indígena de 1,68 metros de altura. Sin embargo, con una rosa en las manos robaba las miradas de muchas hermosas mujeres en la calle.
He analizado con el tiempo que esa técnica de llevar rosas en las manos me hubiera convertido en un afortunado "latinlover". Pero me amarre demasiado joven, y lo demás es historia. Lo cierto que esa primera vez, se convirtió en una anécdota especial.
Estaba realizando unas diligencias con mi prima Dayanna, y acordamos vernos ese día para encontrarnos en un banco. Era su cumpleaños y tratando de comprar algún chocolate antes del encuentro, no conseguí nada bueno, y de pronto vi una señora vendiendo rosas y se me ocurrió que era un buen regalo. La compré y fue como recibir unos super poderes de conquistador. La atmósfera cambió y las siguientes tres cuadras que caminé fueron las mas extrañas de mi vida.
No había persona en la calle que no se me quedara mirando. Sentía que le estaba fallando al gremio masculino. A diferencia de las miradas cargadas de emoción por parte de las mujeres, las miradas de mis homólogos eran como diciendo: ¡Miren al Cursi Ese!
La cara de impresión de mi prima fue maravillosa. Su emoción se dejaba notar de una forma muy especial. Me agradeció con un abrazo y ese día compartimos su alegría, que hacía brillar sus ojos mas allá de lo común. Pude aprender en esa oportunidad lo importante que son esos detalles, y que por alguna razón tienen un alto significado en la vida de las mujeres.
Actualmente me he vuelto un ser extremadamente básico. Me da mucha pena reconocerlo. Antes de casarme por segunda vez ya había regalado muchas rosas. A mi esposa actual también la conquisté así, pero en esta oportunidad noté que la emoción por este ritual no era tan grande como una invitación a comer a "Wendys". Ahora no regalo rosas, regalo sushi, wendys, kfc, pizza hot y pare usted de contar. Ese muchacho cursi murió, a tal punto que cuando veo a alguien con rosas en la calle digo: "Con ese ramo yo me hubiera comprado un buen combo de Sushi".
Como buen amante del cine y su lenguaje, todo lo que vivo lo analizo desde un punto de vista cinematográfico. Siempre le estoy buscando los símbolos y significados a las cosas. En otras palabras, "las cinco patas del gato".
- ¿Por qué existe esa conexión especial con una rosa y no con un mango?
- ¿Que origen tiene?
- ¿A quién se le ocurrió hacer de esto un importante ritual de amor?
- ¿Donde se encuentra el poder de la rosa, en su aroma o su forma?
- ¿Es esto un capricho social, o de verdad tiene importancia?
- ¿Por qué los hombres usamos esto en el cortejo, pero no en la vida de casados?
- ¿Por qué a los hombres nos da vergüenza caminar con una rosa en la calle?
Un día mi padre tuvo un detalle impresionante con mi madre. Le regaló un hermoso carro nuevo. Cuando llevó el vehículo a la casa, también se lo entregó con un enorme ramo de rosas. ¡Adivinen que le gustó mas!... LAS ROSAS. Nunca usó el carro. No aprendió a manejar. Cuando cuenta esa anécdota, siempre menciona las benditas rosas.
Se nota que mi madre es de otra época, y para mi, de otro planeta. Las chicas de hoy solo quieren una FLOR... UNA FLOR EXPLORER. (Chiste malo, pero propicio).
Esta cuarentena quizá me vuelva loco, pero voy a atreverme a buscar un símbolo a este ritual de amor. quiero darle la vuelta a ver si esto puede tener algún sentido, mas allá de lo inexplicable del caso. Mi problema con las rosas, no son las rosas en si; son su significado. Yo no solo veo la planta cortada y adornada, también observo lo que pasa después de estos detalles. Se secan, se botan y hay que traer mas cada cierto tiempo.
Es la parte a la que no le consigo coherencia. Entonces me parece que si no le buscamos una razón significativa se puede convertir en un capricho social sin sentido. Vamos a explicarlo mejor, antes de que me maten las mujeres.
Veamos el ciclo:
- Hombre enamorado comprar rosas en kiosko.
- Sentir vergüenza y caminar rápido.
- Mujer ver a hombre con rosa y sonrojarse.
- Mujer emocionada.
- Mujer Poner rosa en porta rosa.
- Rosa secar a los 3 dias.
- Mujer Botar Rosa.
- Rosa Muerta, y porta rosa esperar mas rosa.
Lo digo en lenguaje indígena para demostrar mi talento con los idiomas. En mi análisis sencillo veo que hay un obsequio que impresiona pero que muere allí. Entonces se parece mucho al amor tóxico en donde alguien (hombre o mujer) da algo especial que emociona, pero que no genera ningún compromiso. Tampoco ningún vínculo. Es algo que se da, pero luego ese símbolo muere, y quien recibe ese obsequio emocionante, no puede hacer nada para conservar ese recuerdo.
Inmediatamente alguien me dirá: "Pero el recuerdo queda en el corazón". Mmmmm... si, es probable. Pero entonces ¿por qué en el camino hemos regalado tantas rosas y de esos rituales no ha quedado ni la amistad?
Vamos a darle un símbolo a la rosa. Esto se puede aplicar a otras cosas que se dan por amor. Vamos a descifrarla con unas iniciales: "TDMA" que significa "Te Doy Mi Amor".
Entonces el elemento A (para darle carácter científico a mi explicación) le entrega al elemento B le un TDMA. ¿Que puede hacer elemento B con el TDMA que ofrece mediante un símbolo el elemento A? Si ese TDMA está fuera de su hábitat natural, entonces tiene el riesgo de marchitarse. Pero si el elemento A entrega el TDMA de una forma que el elemento B "pueda comprometerse" a cuidar ese TDMA, entonces todo comienza a cobrar sentido.
Si la rosa se entrega con un respectivo maceteros, aunque suene agropecuario, entonces este ritual dejaría de ser un capricho y se convertiría en un compromiso de amor y reciprocidad. Yo te doy una rosa, pero tu la cuidas. Ambos la mantienen viva, la abonan, la cuidan de las plagas, le cortan las hojas secas y procuran mantenerla siempre. No es un acto de un tacaño, pero por favor, es que de alguna forma debemos darle sentido a las cosas.
No creo que esto haga un mundo mejor, solo creo que vivimos un mundo que hace las cosas sin saber por qué las hace. Mientras mas cerca estoy de los 40, quiero comprender la vida y dar pasos firmes sin perder el tiempo. Esto no lo escribo por las rosas que alguna vez regalé y que luego vi secas en la basura. Lo escribo porque de alguna forma, de alguna manera, el amor y sus rituales tienen que tener sentido.
Creo que volveré a regalar flores, pero en sus maceteros, para que se puedan cuidar, y su perfume le añada un poco de armonía a mi casa. Que cuidarla sea una demostración de compromiso y que sus colores nos recuerden siempre que el amor no dejará de existir si procuramos cuidarlo.
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